Cambiar de lugar o el síndrome de rest-it-out - Castillo de Peñíscola

Cambiar de lugar o el síndrome de rest-it-out

Sep 08, 2025

No es casualidad que cada vez se escuchen más términos –generalmente en inglés, por aquello de sonar más interesantes– relacionados con el desgaste profesional. El burnout, el boreout o el workaholism se pueden resumir en pocas palabras: la rutina pesa para todos. Repetir día tras día las mismas dinámicas reduce nuestra capacidad de creatividad, concentración y resolución de problemas. Resulta cada vez más difícil escapar de las consecuencias de un puesto laboral exigente. Como consecuencia lógica, surgió el personaje antagonista, la panacea contra el estrés laboral.

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Si googleamos qué es el balance vida-trabajo, la contestación es que “es el proceso de gestionar y armonizar de manera equitativa el tiempo y la energía entre el ámbito laboral y las actividades personales, como la familia, el ocio y el autocuidado, con el fin de alcanzar un estado de bienestar y satisfacción general”. La siguiente pregunta sería ¿cómo hacerlo? Esta respuesta se vuelve mucho más compleja. En la era de la hiperconectividad, el correo electrónico y las redes sociales nos colocan en una situación de disponibilidad constante. Si ahora mismo la pantalla de tu teléfono móvil se iluminara con el nombre de un compañero de trabajo, ¿lo cogerías?

Un equilibrio saludable entre la esfera laboral y la personal se ha convertido en un producto de lujo. La mejor forma de conseguirlo no es otra que unas buenas vacaciones: un fin de semana en un hotel en el que el verdadero lujo es que tienes la excusa perfecta para no leer ni un solo email. Pasar unos días en un hotel ofrece algo que difícilmente puedes conseguir quedándote en casa: la posibilidad de desconectar de verdad. En tu propio hogar, incluso si intentas descansar, siempre hay tareas pendientes. En un hotel, en cambio, todo está diseñado para liberarte de esas tediosas responsabilidades.

Cambiar de lugar no solo implica descanso, también tiene un valor simbólico. Significa trazar un límite físico y mental entre el espacio laboral y el personal. Es un gesto consciente que refuerza la idea de que la vida no puede reducirse únicamente al trabajo y que el propio bienestar merece tiempo y recursos. Cambiar de lugar significa pasear por calles diferentes, implementar nuevas rutinas y probar sabores distintos. Cambiar de lugar ayuda a desconectar de los dispositivos y a redescubrir actividades que no requieren una pantalla: leer un libro, conversar cara a cara o contemplar un atardecer frente al mar.

En definitiva, cambiar de lugar es sinónimo de reiniciar. Como cuando tu ordenador lleva demasiados días encendido y te ves obligado a apagarlo y volverlo a encender. Por este motivo, en Hotel Castillo de Peñíscola creemos en el síndrome de rest-it out: todos los detalles están pensados para que tú puedas dedicarte exclusivamente a disfrutar, ya sea con un masaje, una tarde en el spa, explorando los rincones más pintorescos de Peñíscola o simplemente descansando en una habitación cómoda y silenciosa.